Agua más saludable

Los sistemas ultravioleta proporcionan el agua más saludable disponible para piscinas y spas al reducir drásticamente el cloro y otros productos químicos que hemos utilizado tradicionalmente. El cloro utilizado para desinfectar piscinas es ampliamente reconocido como un peligro para la salud. Una nueva investigación sugiere que los niños que nadan con frecuencia en piscinas cloradas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar alergias o asma. Entre los adultos, la exposición al cloro en piscinas se ha relacionado con otros problemas de salud, incluido el cáncer de vejiga y recto y, posiblemente, un mayor riesgo de enfermedad cardíaca coronaria.

El último estudio en este sentido se ha realizado en Bélgica, en el que se ha descubierto que los adolescentes que pasan más de 1.000 horas nadando en piscinas cloradas tienen ocho veces más riesgo de desarrollar asma o alergias. Los investigadores belgas también han descubierto que los riesgos de fiebre del heno y otras alergias se duplican con la exposición significativa a piscinas cloradas. El estudio se publicó en la edición digital de Pediatrics el 14 de septiembre de 2009. De hecho, ya en 2004, A. Williams, del Colegio Americano de Medicina Deportiva, reconoció el cloro como un riesgo para la salud. Afirma que “las concentraciones de cloro en las piscinas pueden aumentar los problemas respiratorios… Esperamos que las personas que aprecian la natación como una forma de ejercicio de calidad sigan aprovechando sus enormes beneficios físicos, pero también sean más conscientes de los posibles peligros”.

Los sistemas de rayos ultravioleta para piscinas eliminan hasta el 90 % del cloro y casi el 100 % de los efectos secundarios del cloro. Los rayos ultravioleta reducen los productos químicos agresivos a los niveles más seguros disponibles para piscinas. De hecho, los niveles de cloro se pueden reducir a los que se encuentran en el agua potable: de 0,3 a 0,5 ppm. Además, en casi todos los casos, no será necesario utilizar un alguicida, ya que el sistema de rayos ultravioleta eliminará las algas residentes.

El cloro puede contribuir indirectamente a las alergias al irritar y sensibilizar las vías respiratorias. Los estudios han sugerido que nadar con frecuencia en piscinas cloradas y la exposición a productos de limpieza que contienen cloro pueden aumentar el riesgo de desarrollar asma y otras alergias respiratorias, tanto en adolescentes como en adultos.