Ozono vs. UV
En los últimos años, ha aumentado la conciencia sobre los efectos nocivos del cloro y sus derivados. Esta conciencia ha llevado a los propietarios de piscinas y spas a buscar alternativas a los productos químicos nocivos, con la esperanza de tener un entorno de baño más seguro y saludable.
Aunque el objetivo final de los rayos UV y del ozono es conseguir una piscina más limpia y saludable, el proceso mediante el cual se logra ese objetivo es diferente. Si bien existen otros métodos para desinfectar piscinas y spas, estas dos alternativas han cobrado protagonismo en los últimos años, como resultado de años de pruebas y mejoras tecnológicas.
Ozone
Los átomos de oxígeno generalmente se agrupan de dos en dos (O2) y solo se pueden separar por la fuerza. Cuando se separan, los átomos sueltos se unen en pares y se convierten en ozono (O3). Este es un gas muy inestable y, por lo tanto, un oxidante eficaz. El gas ozono se genera mediante luz ultravioleta o descarga de corona y se disuelve en agua para matar microorganismos, destruir compuestos orgánicos y descomponer cloraminas por oxidación. Debido a su inestabilidad, tiene una vida corta y se convierte nuevamente en oxígeno (O2) poco después de ingresar al flujo de agua.
Ultraviolet (UV)
La mayoría de las personas están familiarizadas con los rayos ultravioleta del sol: UV-A y UV-B. Cuando hablamos de rayos ultravioleta para la desinfección, nos referimos a los rayos ultravioleta C. En concreto, a los 254 nm, que también se denominan rayos ultravioleta germicidas. A medida que el agua pasa por las lámparas ultravioleta del interior del recipiente, la luz eliminará los microorganismos, reducirá el uso de productos químicos y eliminará los subproductos tóxicos. Al alterar el ADN de los microorganismos, los protozoos, los virus y las bacterias no pueden replicarse y permanecen inertes.
En los últimos años, ha habido una mayor conciencia de los efectos nocivos del cloro y sus subproductos. Esta conciencia ha llevado a los propietarios de piscinas y spas a buscar alternativas a los productos químicos nocivos, con la esperanza de tener un entorno de baño más seguro y saludable. Ha habido un aumento de propietarios de piscinas y spas que buscan alternativas al cloro como fuente principal de saneamiento.
Aunque ahora existen muchas opciones para complementar el cloro, el ozono y la luz ultravioleta se destacan como las más efectivas y prácticas. De hecho, solo la luz ultravioleta y el ozono pueden eliminar eficazmente los patógenos que el cloro por sí solo no puede. Existe una diferencia clave en cómo funcionan estas dos formas complementarias de desinfección. El ozono se libera en el agua y se disipa rápidamente, lo que provoca oxidación. Luego, los gases de ozono se liberan al aire o se dirigen a un recipiente desgasificador. Un sistema ultravioleta desinfecta el agua a medida que pasa por la lámpara en la cámara UV.
Por su sencillez y eficacia, un sistema UV es el mejor desinfectante complementario para piscinas y spas. Son fáciles de instalar y muy fáciles de mantener. El tubo de cuarzo debe limpiarse anualmente y las lámparas deben reemplazarse una vez que su eficacia haya disminuido.